Open Innovation (Innovación Abierta) viene a contraponer el modelo que imperó durante casi todo el siglo XX, en el que las empresas mantenían una actitud cerrada en lo que a Investigación y Desarrollo se refiere, no existiendo flujo de información entre empresas, clientes y otros.
Open Innovation señala un camino que se adapta mejor al siglo XXI, donde la globalización y la competitividad imperan.
Las empresas pasan a colaborar en red con distintos agentes (investigadores, empresas, instituciones, clientes, proveedores), pudiendo utilizar y comercializar sus propias tecnologías e innovaciones, pero también licenciar su tecnología a terceros o incluso capitalizar innovaciones generadas externamente.
Así, es posible aprovechar I+D de terceros y redireccionar los recursos internos para la selección e implementación de los conceptos.
Construir un modelo de negocio adecuado se convierte en más importante que el llegar primero al mercado, lo que importa es dar un uso eficiente a las ideas internas y externas.